En el vuelo ha quedado
detenida en el tiempo,
la gaviota que en cincuenta años,
de cada verano ardiente
el corazón lo ha marchitado
un cruel invierno helado,
nada es nuevo,
días, noches, madrugadas,
pensando siempre en lo mismo.
Hoy sus alas se han quebrado
cual hilos expuestos al viento,
se partieron dolorosamente
diluidos en la nada.
El invierno se ha marchado
impío, cruel, indiferente,
se ufana de su tristeza,
la gaviota no siente frío,
porque el dolor ha mermado,
ya no quiere saber de amor,
su corazón tiene anestesia.
Poeta Yolaida Padilla
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